“En España se lee muy poca filosofía y eso explica muchos problemas que existen a nivel individual y social”
En Workcase no solo hay techies, periodistas y diseñadores, también hay humanistas como Marcos de Miguel, uno de los últimos coworkers en incorporarse al espacio. Marcos dirige en España la editorial Plaza y Valdés, que inició sus actividades en México en 1987 y está especializada en la divulgación científica, las ciencias sociales y las humanidades. Defensor de la filosofía como herramienta de pensamiento más necesaria hoy que nunca, Marcos nos explica qué ofrece Plaza y Valdés y por dónde irán los derroteros del negocio editorial tras la llegada del libro electrónico.
¿Cuál fue tu trayectoria anterior a la editorial y por qué te embarcaste en ese proyecto
Me licencié en Comunicación Audiovisual y en Humanidades y seguí formándome con cursos de posgrado cada vez más interdisciplinares. Antes de dedicarme al mundo editorial trabajé de analista de contenidos en televisión (MEDIASET y CLMT) y como profesor en la universidad (UEM), entre otras cosas. Me embarqué en el proyecto de lanzar Plaza y Valdés Editores en España porque siempre he visto en los libros un medio ideal para permanecer en constante proceso de estudio y aprendizaje, y hacerlo con una editorial de origen mexicano era especialmente estimulante.
¿A qué público lector os dirigís? ¿Los españoles leemos filosofía?
Publicamos libros de ensayo en humanidades y ciencias sociales, principalmente de filosofía, y nos dirigimos al público general aunque cierta formación previa puede ayudar a abordar algunos temas con más facilidad, como es lógico. Pero insistimos mucho a los autores en que piensen en un lector no especializado a la hora de ponerse a escribir. En España, en general, se lee muy poca filosofía y esa es en buena medida la explicación de muchos problemas que existen a nivel individual y social. La filosofía no es solo una disciplina académica o una actitud frente al mundo, también te enseña a pensar de manera ordenada, sistemática y estructurada, lo cual facilita mucho las cosas en cualquier ámbito personal y profesional.
Al aprender filosofía adquieres no solo conocimientos fundamentales sino también las herramientas necesarias para estudiar y analizar cualquier tema con más perspectiva y mayor profundidad. Además, pienso que se debería fomentar mucho más a nivel educativo e institucional porque es la mejor compañera de viaje para cruzar el puente de la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento y en España está todo por hacer en este sentido.
¿Cómo os está afectando la transición del papel al digital? ¿Cuál es tu opinión sobre el futuro de los libros en papel?
El libro electrónico tiene un potencial enorme de cara a llegar a un público exponencialmente mayor que el papel. El problema es que no hay un modelo de negocio sostenible con el formato digital debido a que la piratería campa a sus anchas. Mucha gente lee en formato electrónico pero muy pocos pagan por ello. Ni siquiera las instituciones o centros educativos respetan la propiedad intelectual en la mayoría de los casos. Las editoriales dependemos de la venta de libros, o de contenido, por no especificar un formato en particular, y para sobrevivir necesitamos que los lectores entiendan en qué consiste el trabajo que hay detrás de cada libro que publicamos y por qué es tan necesaria la labor de una editorial.
No tengo nada en contra de las empresas de autoedición pero hacemos cosas muy diferentes. Mientras no cambie la ley actual, me temo que el papel seguirá siendo la única manera de que las editoriales podamos mantenernos. No es una cuestión de precios, como alegan muchas personas cuando sale el tema, sino de educación y conciencia cultural. La piratería afecta de igual manera a todas las editoriales pero es cierto que, indudablemente, los títulos best seller son también los más pirateados.
Y, por último, ¿por qué has decidido venir a trabajar a un coworking y qué te aporta Workcase?
Me interesan mucho los espacios de intercambio de ideas en general. Cuando estudiaba en la universidad, me pasaba el día en la biblioteca porque es un lugar dedicado por completo al estudio y a la lectura, que es un acto individual pero que se puede realizar colectivamente si hay voluntad, es decir, aprendes al tiempo que conoces gente y te ayudas mutuamente, por eso tienen un rendimiento tan alto normalmente. Los espacios de coworking me parecen el equivalente a las bibliotecas porque el objetivo común es que cada uno saque el máximo fruto de su trabajo, con la ventaja de tener gente de otras profesiones con quien interaccionar, lo cual siempre es enriquecedor. En Workcase creo que se cumplen sobradamente esas condiciones y cuidan mucho los detalles para que sea un espacio agradable que ofrece todos los servicios.