Couso culmina el proyecto de interiorismo de Expressio Café
Nuestro coworker Rubén Couso ha finalizado recientemente un gran proyecto de reforma en el que participaba como diseñador de interiores. Se trata de Expressio Café, un local ubicado en el exclusivo barrio madrileño de Los Jerónimos al que han dotado de una estética inspirada en los años veinte alemanes. Tras un exhaustivo estudio de la personalidad del cliente y de su plan de negocio, el proyecto ofrece una adaptación moderna del expresionismo alemán de principios del siglo XX, representado por autores como Ernst Ludwig Kirchner, Otto Mueller o Max Beckmann.
Expressio Café está situado justo detrás del Museo Nacional del Prado y en la misma calle de acceso al Jardín Botánico y el Parque del Retiro. Al estilo de los bistrós franceses, la cocina permanece abierta todo el día para acompañar a los vinos seleccionados, cervezas de calidad o cafés aromáticos. Se trata de un espacio pensado para la relajación, la degustación y la conversación, eliminando cualquier molestia, ruido y estrés asociados a la rutina diaria de una ciudad como Madrid. Además, escapa de la moda actual hacia lo vintage, la estética neoyorquina o lo hípster. “Es un espacio que quiere, por sí mismo, convertirse en vintage con el paso de los años”, destaca Rubén.
Entre las características técnicas, destaca el sistema de aire acondicionado, con dos máquinas que dispersan la impulsión de aire enfriado de manera homogénea; la iluminación, diseñada para que pueda ser modificada en función de la época del año; el aire interior renovado continuamente; y el sistema de calefacción con radiadores de hierro, sin puntos de excesivo calor o molestos para los clientes.
Aunque se trata de un espacio diáfano, el local está dividido en cinco “momentos”:
El Café. Pensado para degustar café y repostería, en compañía de compañeros de trabajo y en torno a una gran mesa de madera, bajo una imponente lámpara que recuerda al Art-Decó. Durante la mañana, y con la entrada de la luz natural por la puerta, el espacio se hace vívido, reconfortante y energizante; durante la tarde o noche, con iluminación artificial, se convierte en un rincón íntimo, recogido y con cierto carácter propio de la trastienda.
El Té. Sin perder de vista la calle, las mesas para disfrutar de una buena taza de té son redondas y amplias. La luz incide directamente sobre ellas, por lo que en invierno es un buen espacio para templarse al calor del sol y de la calefacción, mientras que en verano se encuentra al amparo de los toldos y de la perfecta instalación de aire acondicionado.
El Brunch. Para esta combinación de desayuno y almuerzo, importada de Europa, se disponen cinco mesas cerca de la barra y con iluminación más ambiental que escenográfica, donde poder disfrutar de los platos a cualquier hora del día en óptimas condiciones.
El Lounge. Es la zona más recogida y tranquila del local. Un rincón presidido por una cómoda bancada roja que invita tanto a la degustación gastronómica como a la charla o la conversación entre comensales. Aquí se muestran las obras pictóricas que inspiraron la estética del local.
La Barra. Es la zona de espera y también del café rápido, de tertulia, del derecho a soledad, donde se inician o continúan relaciones personales.
¿Dónde? Calle de Espalter, 9 28014 Madrid