“Amazon y eBay no se estudian, solo con la práctica aprendes a vender internacionalmente de manera eficaz”
Con 19 añitos, su tío le trajo a Madrid desde Daimiel (Ciudad Real) para que aprendiese a manejarse en el mundo de la venta online. Lo hizo tan bien que dos años después ya había creado su propia empresa de ecommerce, Derett, primero vendiendo pamelas, tocados y gorras, y hoy con un próspero negocio de venta online de relojes y complementos de moda para clientes de todo el mundo. Daniel Crognale es un auténtico autodidacta que ahora incluso enseña a otras empresas del mundo offline a vender por Internet y que sabe moverse como pez en el agua entre las plataformas reinas como eBay o Amazon.
¿Cómo nació tu proyecto empresarial?
Me vine a Madrid en 2009 por mi tío, que tiene la página web número uno de muebles y decoración (www.portobellostreet.es). Con ellos aprendí cómo funciona una página web, Google… Mi idea era aprender y montar mi propio negocio, pero no sabía de qué. Así que empecé con el mundo del head wear, primero con la venta de gorras, siempre 100 % online. Al año siguiente, me inicié con las pamelas y tocados. La verdad es que vendí un montón. Al ser el único que vendía por Internet este tipo de artículos, estaba muy bien posicionado. Ponías pamelas o tocados en Google y allí estaba yo, el primero.
¿Siempre has vendido de forma independiente o a través de plataformas como eBay o Amazon?
Hasta 2012, solo a través de mi página web, http://www.derett.com. Invertí bastante en herramientas como Adwords pero no dio mucho resultado. En 2012, un socio alemán y yo nos dimos de alta como empresa. Además, mi tío y su socio, los dueños de Portobello, invirtieron en Derett como capitalistas para poder fundar la empresa. Por aquel entonces, Derett no daba para dos sueldos y mi socio alemán, que era un auténtico crack, tuvo que buscar otro trabajo.
Entonces me quedé solo al frente y di de alta a Derett en eBay y Amazon. El haber desarrollado la tienda en Amazon y en eBay me ha llevado a ser actualmente consultor de Price. También me permite asesorar directamente a empresas que me contratan para abrirles su tienda en estas grandes plataformas de ecommerce. Para algunas, como una empresa de aceites de oliva gourmet para la que estoy trabajando ahora, incluso les gestiono los pedidos y me llevo un porcentaje. Amazon y eBay no se estudian en ninguna universidad, solo con la práctica aprendes a vender eficazmente en ellas.
¿Estas plataformas os permiten acceder a clientes internacionales o ya los teníais de antes?
Es alucinante el universo que te abren. En eBay, por ejemplo, hay un nivel como vendedor en el que, por solo 20 euros al mes, estás en el escaparate de todos los eBays del mundo (desde Hong Kong a Australia). De manera regular vendo en Australia, Estados Unidos, Canadá, toda Europa, Rusia…
Todavía no hemos hablado del producto qué vendéis ahora
Es verdad: relojes. Me presentaron al dueño de una distribuidora de relojes que llevaba cuatro o cinco marcas y ha sido un éxito. Digamos que con los relojes subí a primera división y ya estando en Amazon y en eBay entré en Champions League. No puedo estar más contento de cómo ha ido todo.
Ahora tengo muchos frentes abiertos, pero por suerte tengo un becario que se dedica a las hojas de cálculo con los productos, lo que me da tiempo para dedicarme a las gestiones y a la labor de asesoría y consultoría.
Como uno de los primeros que se dedicó a la venta online en España de productos como las pamelas y los tocados, ¿cómo ves que ha evolucionado el comercio electrónico en nuestro país?
Los primeros años, casi todos los consumidores españoles eran reacios a la compra por Internet. La mayoría, por ejemplo, pedía pagar contra reembolso. Con PayPal fue un adelanto, pero para los vendedores es muy caro (nos cobran un 5 %). De todos modos, en mi caso empecé a vender bien en el mercado internacional, y en otros países el comercio electrónico está mucho más desarrollado y desde hace muchos más años.
¿Por qué vienes a un espacio de coworking?
Me vine un poco obligado por las circunstancias, porque tenía que tener un centro de trabajo al contratar al becario. Prescindiré del coworking, pero ahora que lo he conocido, lo más probable es que siempre que tenga becario me sume al espacio.
¿Qué te aporta profesionalmente, más allá de disponer de un puesto de trabajo?
De manera directa, no ha habido sinergias como tales con otros coworkers ni negocio, pero sí que nos ayudamos mucho. Por ejemplo, tengo enfrente un traductor que me salva la vida muchas veces con el inglés, Diana me aconseja en temas legales… Por supuesto, si alguien tiene cualquier consulta relacionada con la venta online, también le ayudo encantado.