“En España todavía no hay una cultura de la web de calidad, pero llegará”

AndreaNuestro nuevo coworker italiano Andrea Cumbo empezó a trabajar en el desarrollo web antes de que muchos de nosotros supiésemos siquiera qué era eso del HTML. Aunque nació en la pequeña Città di Castello (Perugia), fue en Milán donde inició y desarrolló su carrera como diseñador y programador antes de venir a España. Es uno de esos raros y afortunados freelances a los que no suele faltarles trabajo, gracias a su valiosa experiencia en el mundo web y a su búsqueda constante de la calidad en el diseño.

¿Cómo te iniciaste en el mundo de Internet?

En realidad, empecé a estudiar Derecho, nada que ver con este mundo. Pero, en el año 94 más o menos, vi que empezaba a moverse el mercado de Internet y del diseño y me atrajo. Por aquellos años, los estudios universitarios tampoco tenían planes de estudios como los actuales. En la universidad de Perugia, por ejemplo, no había desarrollo web. Decidí ir a Milán para hacer un curso de diseño, me encantó y empecé a trabajar.

¿Tu especialidad es el diseño o la programación web?

Las dos cosas. Empecé como programador, pero pronto vi que me gustaba mucho más la parte creativa del diseño. Sé programar y programo. Si un cliente me pide algo de programación, lo hago. Pero, en realidad, lo que más me gusta es la parte gráfica. Es mi trabajo y mi hobby. De hecho, también soy ilustrador y aficionado a la fotografía. La imagen me gusta más que la programación, que me aburre un poco.

¿Qué es lo que más te piden ahora los clientes?

Muchas plantillas WordPress, tanto para empresas que se dedican a venderlas como a particulares. Me encargo desde el diseño en Photoshop, al desarrollo en PHP, HTML, CSS… Me piden también muchos plugins para WordPress, así como plantillas para tiendas online que sean ágiles y estén optimizadas para SEO. Ocasionalmente, diseño postales y cartelería para eventos y conferencias. Sobre todo, para universidades de Berlín y Madrid.

¿Por qué viniste a España?

Cuando vivía en Milán, trabajé para una empresa inglesa que tenía algunos colaboradores en España. En uno de estos viajes, conocí a mi mujer (española). Después de algún tiempo, tuve que elegir entre Milán y Madrid, y elegí Madrid porque me gusta más como ciudad para vivir. Desde Madrid, trabajaba para aquella empresa, pero también tenía mis propios clientes (del ámbito de los hoteles de lujo y los sistemas de reserva web). Poco a poco, fui dejando los clientes italianos. Mi idea era ir ganando tiempo para el idioma, porque casi no hablaba español, e ir consiguiendo clientes. Actualmente casi todos mis clientes son de aquí.

“El cine español cuenta con algunos de los mejores profesionales del mundo”

marielaDesde hace poco, en Workcase tenemos el lujo de compartir espacio con la talentosa directora y productora de cine Mariela Artiles, especialista también en la distribución y programación de películas británicas y latinoamericanas para los grandes festivales internacionales. Veterana de la industria del cine en Manchester, en 2003 fundó Candella Films y ha apostado siempre por el trabajo con profesionales de distintos países para impulsar la creatividad y la calidad de los proyectos cinematográficos. Este es el tráiler de su documental “Sábanas blancas”: enlace.

¿Cómo empezaste en la industria del cine, Mariela?

Me gradué en diseño de artes audiovisuales en Nottingham (Reino Unido) y posteriormente hice un máster en dirección de cine en la Universidad de Central Lancashire, también en Reino Unido. He trabajado en la industria del cine en Manchester durante 20 años. Al finalizar mis estudios, comencé trabajando para el departamento de postproducción en la BBC Manchester y luego para el departamento de entretenimiento en Granada TV. En 2003, fundé la productora Candella Films Ltd, que hasta el día de hoy tiene su base principal en Manchester. A partir de 2010, comencé a realizar trabajos como directora y productora con profesionales en España y con el apoyo de Candella Films.

¿De qué proyectos realizados con Candella Films te sientes más orgullosa?

De muchos. Por un lado, puse en marcha la distribución de cortometrajes británicos a través de Candella UK, dedicada a promocionar nuevos talentos en el cine. Como directora, uno de los trabajos de los que me siento más satisfecha es de mi largometraje documental “24 Cines por Segundo, Sábanas Blancas”, en el que participaron personalidades relevantes de la industria del cine español como Álex de La Iglesia, Jaume Balagueró (director de “REC”), Carlos Saura…También estoy orgullosa de los trabajos experimentales de animación que hice en Reino Unido y de mis proyectos como directora en el ámbito educativo. A partir de experiencias reales de personas reales, creamos películas con una línea muy fina entre la ficción y el documental. Por último, como productora en España, destacaría el documental dirigido por Oscar de Julián y dos veces nominado a los Goya, “AL PELAE”. candella

Tráiler: https://vimeo.com/121652560

¿Qué peculiaridades tiene la industria del cine en España? ¿Cómo ves su futuro a medio plazo?

El cine español cuenta con algunos de los mejores profesionales del mundo en todas sus disciplinas. Es una pena que la mayoría trabaje fuera de España, aunque, si lo analizamos en positivo, eso crea muchas coproducciones de cine internacional con España. El futuro inmediato lo vemos tambaleándose por la falta de apoyo a la cultura que existe actualmente.

¿Y qué te trajo a un espacio de coworking? ¿Qué es lo que más te gusta de Workcase?

Cuando trabajas en el desarrollo de un proyecto, estás sola. A veces hace falta esta soledad para escribir los guiones, pero en el momento que empiezas con el desarrollo de las ayudas de proyecto para la comunidad y el ICAA, etc. es bueno tener gente a tu alrededor. Necesitas reunirte con gente y tener un espacio adecuado. Además, es importante no gastar mucho dinero en una oficina porque hay que reservarlo para la producción. El coworking es perfecto para el momento de desarrollo de proyectos. Y encima, te rodeas de gente creativa de otros sectores.

“Mis proyectos paisajísticos abarcan desde una terraza en Madrid a un gran desarrollo residencial en Abu Dhabi”

GonzaloIngeniero forestal, Gonzalo Morillo ha volcado en el paisajismo su espíritu más creativo y observador. Ha trabajado para grandes clientes nacionales e internacionales y desde 2011 lidera su propio taller de proyectos de paisaje, en los que suele primar la armonía y el equilibrio. Como nuevo coworker de Workcase, hoy comparte con nosotros algunas claves del trabajo de paisajista, una figura que tiene algo de artista y algo de técnico, y que debe jugar con la luz, la geometría y las formas orgánicas como sus principales herramientas de trabajo.

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional, Gonzalo?

Suelo definirme como ingeniero forestal y paisajista por vocación. Comencé mi carrera aprendiendo de los clásicos en Bélgica para después desarrollar un lado más contemporáneo en España a las órdenes de Fernando Caruncho -un prestigioso paisajista internacional- durante más de cinco años. Tras acumular una gran experiencia en proyectos nacionales e internacionales, comencé mi carrera en solitario en 2011, trabajando y colaborando con clientes como Marqués de Murrieta, Embajada de Arabia Saudí, Wanda, ABM arquitectos, Foster+Lamela, DAHL+GHG arquitectos, Beatriz Silveira, ENVÉS diseño, etc.

¿Qué tipo de proyectos realizas? ¿Destacarías alguno en especial por su complejidad o espectacularidad?

Principalmente, llevo a cabo proyectos a nivel privado, desde la pequeña escala que puede representar una terraza hasta un gran desarrollo residencial en Abu Dhabi, por ejemplo. Todos son igual de emocionantes, ya que cada espacio y cada cliente tienen una singularidad que es la que el paisajista tiene que poner de manifiesto, y para esto no importa la escala del proyecto. Destacaría las Bodegas Marqués de Murrieta por la oportunidad única que ha supuesto para mí y la proyección que me ha dado.

¿Qué es lo que más te piden los clientes? 

Pues en realidad me doy cuenta de que los clientes no tienen claro lo que quieren; en nuestras conversaciones son frecuentes las contradicciones. Precisamente por eso, un profesional despeja las incógnitas y hace que desaparezcan las contradicciones. De repente, muchas cosas tienen sentido. La armonía está ahí, pero hay que destaparla y darle el valor que merece.

¿Por qué decidiste venir a trabajar a un espacio de coworking?

Quería avanzar en mi andadura y adquirir un hábito profesional, relacionarme con gente en mi situación e incluso con gente con las mismas inquietudes. Workcase me aporta una ‘especie’ de familia profesional, es como el respaldo que necesitas para cualquier circunstancia ¡y en cualquier campo!

“En España se lee muy poca filosofía y eso explica muchos problemas que existen a nivel individual y social”

PyVEn Workcase no solo hay techies, periodistas y diseñadores, también hay humanistas como Marcos de Miguel, uno de los últimos coworkers en incorporarse al espacio. Marcos dirige en España la editorial Plaza y Valdés, que inició sus actividades en México en 1987 y está especializada en la divulgación científica, las ciencias sociales y las humanidades. Defensor de la filosofía como herramienta de pensamiento más necesaria hoy que nunca, Marcos nos explica qué ofrece Plaza y Valdés y por dónde irán los derroteros del negocio editorial tras la llegada del libro electrónico.

¿Cuál fue tu trayectoria anterior a la editorial y por qué te embarcaste en ese proyecto

Me licencié en Comunicación Audiovisual y en Humanidades y seguí formándome con cursos de posgrado cada vez más interdisciplinares. Antes de dedicarme al mundo editorial trabajé de analista de contenidos en televisión (MEDIASET y CLMT) y como profesor en la universidad (UEM), entre otras cosas. Me embarqué en el proyecto de lanzar Plaza y Valdés Editores en España porque siempre he visto en los libros un medio ideal para permanecer en constante proceso de estudio y aprendizaje, y hacerlo con una editorial de origen mexicano era especialmente estimulante.

¿A qué público lector os dirigís? ¿Los españoles leemos filosofía?

Publicamos libros de ensayo en humanidades y ciencias sociales, principalmente de filosofía, y nos dirigimos al público general aunque cierta formación previa puede ayudar a abordar algunos temas con más facilidad, como es lógico. Pero insistimos mucho a los autores en que piensen en un lector no especializado a la hora de ponerse a escribir. En España, en general, se lee muy poca filosofía y esa es en buena medida la explicación de muchos problemas que existen a nivel individual y social. La filosofía no es solo una disciplina académica o una actitud frente al mundo, también te enseña a pensar de manera ordenada, sistemática y estructurada, lo cual facilita mucho las cosas en cualquier ámbito personal y profesional.

Al aprender filosofía adquieres no solo conocimientos fundamentales sino también las herramientas necesarias para estudiar y analizar cualquier tema con más perspectiva y mayor profundidad. Además, pienso que se debería fomentar mucho más a nivel educativo e institucional porque es la mejor compañera de viaje para cruzar el puente de la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento y en España está todo por hacer en este sentido.PyV

¿Cómo os está afectando la transición del papel al digital? ¿Cuál es tu opinión sobre el futuro de los libros en papel?

El libro electrónico tiene un potencial enorme de cara a llegar a un público exponencialmente mayor que el papel. El problema es que no hay un modelo de negocio sostenible con el formato digital debido a que la piratería campa a sus anchas. Mucha gente lee en formato electrónico pero muy pocos pagan por ello. Ni siquiera las instituciones o centros educativos respetan la propiedad intelectual en la mayoría de los casos. Las editoriales dependemos de la venta de libros, o de contenido, por no especificar un formato en particular, y para sobrevivir necesitamos que los lectores entiendan en qué consiste el trabajo que hay detrás de cada libro que publicamos y por qué es tan necesaria la labor de una editorial.

No tengo nada en contra de las empresas de autoedición pero hacemos cosas muy diferentes. Mientras no cambie la ley actual, me temo que el papel seguirá siendo la única manera de que las editoriales podamos mantenernos. No es una cuestión de precios, como alegan muchas personas cuando sale el tema, sino de educación y conciencia cultural. La piratería afecta de igual manera a todas las editoriales pero es cierto que, indudablemente, los títulos best seller son también los más pirateados.

Y, por último, ¿por qué has decidido venir a trabajar a un coworking y qué te aporta Workcase?

Me interesan mucho los espacios de intercambio de ideas en general. Cuando estudiaba en la universidad, me pasaba el día en la biblioteca porque es un lugar dedicado por completo al estudio y a la lectura, que es un acto individual pero que se puede realizar colectivamente si hay voluntad, es decir, aprendes al tiempo que conoces gente y te ayudas mutuamente, por eso tienen un rendimiento tan alto normalmente. Los espacios de coworking me parecen el equivalente a las bibliotecas porque el objetivo común es que cada uno saque el máximo fruto de su trabajo, con la ventaja de tener gente de otras profesiones con quien interaccionar, lo cual siempre es enriquecedor. En Workcase creo que se cumplen sobradamente esas condiciones y cuidan mucho los detalles para que sea un espacio agradable que ofrece todos los servicios.