Workcase despide 2014 con una alta ocupación y una comunidad de coworkers estable y diversa

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Todo el mundo anda estos días haciendo balance del año y elaborando la lista de propósitos para 2015, incluyendo dejar de fumar y adelgazar esos dos kilos rebeldes. En Workcase también queremos echar la vista atrás para recordar todo lo conseguido en 2014, un año muy positivo para nuestra comunidad de coworkers.

Esta es nuestra lista particular de hitos conseguidos en 2014:

  • La ocupación del espacio en Workcase ha sido muy alta a lo largo de todo el año, no bajando nunca del 80 % y llegando a colgar el cartel de “Completo”  algunos meses.
  • La media de colaboraciones entre coworkers ha sido de 3,8 al mes, lo que supone que un 22 % de los coworkers de Workcase han encontrado negocio directo.
  • Una de las características más destacadas de la comunidad de Workcase es su estabilidad, con una media de permanencia en el espacio de 7,5 meses.
  • La comunidad de coworkers de Workcase es además bastante diversa, con perfiles profesionales muy distintos que enriquecen las posibilidades de colaboración y trabajo en común.
  • A lo largo del año, se han puesto en marcha diferentes planes como el Coworker Virtual y Cowork & House, además del ciclo de charlas “Conoce a nuestros coworkers” y los ya tradicionales Desayunos Workcase.

2014 ha sido un año muy importante para Workcase porque hemos terminado de dar forma al espacio, en colaboración con la gente que trabaja en él, y hemos visto nacer muchos proyectos conjuntos. En definitiva, hemos compartido muchas cosas y espero que en 2015 sigamos colaborando y creciendo juntos”, señala Juan Luis Blanco, gestor de Workcase.

¡Feliz 2015 a todos!

 

 

“Recomiendo a todos los profesionales que estén empezando que hagan un buen vídeo para mostrarse al mundo”

Especialista en creación audiovisual, vídeo y dirección de fotografía

Perteneciente a una generación muy acostumbrada a expresarse a través de la imagen, Paola Rubio es nuestra coworker especialista en creación audiovisual, vídeo y dirección de fotografía. Tras vivir en ciudades con tanta personalidad como Nueva York o Buenos Aires, volvió a Madrid con una misión: poner el vídeo al alcance de cualquier persona que quiera comunicar una idea, contar una historia o explicar quién es profesionalmente. Hoy nos cuenta qué ha aprendido en estos años y cómo ve el futuro del vídeo digital.

Paola, cuéntanos cómo ha evolucionado tu historia profesional, ¿qué estudiaste y hacia dónde encaminaste tus primeros pasos?

Estudié Comunicación Audiovisual con la idea de seguir por el camino del cine. Al acabar la carrera, opté por seguir estudiando dirección de fotografía, que es la parte más técnica del cine en cuanto a la imagen y la que más me llamaba la atención. La crisis me pilló justo al salir de la escuela de cine y decidí irme a Nueva York para ver cómo era allí la industria y si realmente había oportunidades.

Pero descubrí que las oportunidades, si las había, eran sobre todo para los americanos. Para los europeos es casi imposible hacer realidad “el sueño americano”. Por lo menos lo intenté y viví una gran experiencia en los seis meses que estuve en Nueva York y California.

Cuando regresaste a Madrid, ¿seguiste volcada con el mundo del cine?

Sí, intenté seguir trabajando en  cine y cortometrajes. Pero no encontré mi lugar, no me gustó. Lo de trabajar gratis tiene un límite, no quería estar haciendo favores de por vida. Así que no lo dudé cuando me dieron la oportunidad de ir a Buenos Aires para trabajar en realización audiovisual para eventos. Fue allí donde descubrí realmente las oportunidades que ofrecían el vídeo y el mundo digital. Me di cuenta de que yo sola podía hacer cosas realmente buenas y funcionales para los demás, tanto para empresas como para particulares. Cuando volví de Buenos Aires, decidí olvidarme del cine, de formar parte de un equipo, y aposté por el vídeo. Internet y el digital han democratizado la expresión audiovisual.

¿Qué vídeos haces y para qué tipo de clientes?

El vídeo es un modo de expresión para mucha gente. Una de las primeras necesidades que se plantea cualquier pequeña empresa que esté empezando es explicar a los demás lo que hace. Y la mejor forma de expresión que existe hoy es un vídeo, que puede colgar en su web y en las redes sociales y compartir con potenciales clientes y socios. Antes nos hablaban de un vídeo corporativo y lo asociábamos a una inversión enorme, hoy ya no. Aunque colaboro con otros profesionales, por ejemplo para la postproducción, yo sola hago casi todo el trabajo y eso abarata mucho los costes.

También hago vídeos para grandes empresas (el año pasado, por ejemplo, realicé un vídeo corporativo para BMW) y algunas me piden vídeos de consumo interno, como puede ser un concurso para empleados o para la formación de los trabajadores de una división concreta.

Las campañas de crowdfunding es un tema en el que me estoy metiendo ahora. Todos sabemos que cuesta muchísimo conseguir financiación, así que explicar bien lo que haces o tu proyecto puede ayudar mucho. ¿Y cómo explicas lo que haces? Con un vídeo.

Para el tipo de coworkers que trabajamos en Workcase –fundamentalmente, autónomos y microempresas-, ¿nos recomiendas entonces que hagamos un vídeo de presentación?

Ese es mi objetivo en 2015: transmitir el mensaje de que un vídeo es una herramienta muy funcional para todo el mundo. Igual que cualquier autónomo o pequeña empresa lo primero que hace es crear su página web, tener un vídeo en la web también es básico.

Frente a un vídeo bien hecho, un currículum convencional no tiene nada que hacer. Pero tiene que estar bien hecho: yo te ayudo a hacer un guion, te aconsejo cómo explicarte, cómo lograr que sea algo personal y que, además, tenga mi aportación técnica, creativa y de conocimiento de la imagen. No se trata de hacer un vídeo de alguien que lee un papel, sino de hablar de forma personal a través de la imagen.  Y además este vídeo lo puedes ir luego ampliando para incluir nuevos proyectos o mensajes. Recomiendo a todos los profesionales que estén empezando que hagan un buen vídeo para mostrarse al mundo.

¿Habías trabajado en otros sitios de coworking? ¿Cómo llegaste a Workcase?

Cuando volví de Argentina, decidí montar una productora con otro compañero. Trabajaba en casa y duré dos meses. No era para mí. Paso horas y horas en internet, estudiando nuevas opciones y tendencias en el mundo del vídeo. Y estar todo el día en Internet es incompatible con estar todo el día en casa, a no ser que quieras acabar loco.

Respecto a Workcase, me apetecía mucho compartir un coworking donde no hubiera más artistas, sino que la mayoría fuesen profesionales autónomos de otros sectores. Antes siempre había estado rodeada de cineastas y artistas, y quería centrarme  en los aspectos funcionales del vídeo y de la creación audiovisual.

¿Y qué te ha aportado Workcase?

Sobre todo, salud mental (risas). Levantarme y tener un sitio al que ir. Aprender de otra gente, abrir la mente. El ratito que hablas con alguien te sirve para mucho. Estando solo, por mucho que estés en internet, no obtienes lo que te da el tú a tú y el feedback inmediato. Para mí, ha sido fundamental el coworking todo este año.

¿Es diferente la relación con la imagen de unas generaciones a otras?

Yo tengo 29 años, y cuando empecé comunicación audiovisual no existía casi ni Youtube. El cambio al vídeo digital y la revolución que ha supuesto Internet en el consumo audiovisual se ha producido en estos últimos cinco años. Con el móvil, todo el mundo hace hoy vídeos, e incluso muchas personas han aprendido a hacerlo de forma más profesional. Con la situación actual que hay en España, el autónomo y la pequeña empresa también están muy al día porque no les queda otro remedio. La imagen nos hace hablar el mismo idioma.

 

Workcase colabora con Agenda Magenta para albergar eventos culturales independientes

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Hoy nos gustaría hablaros de Agenda Magenta, uno de nuestros últimos colaboradores. Agenda Magenta es una plataforma para iniciativas y espacios culturales que desarrollan su labor al margen de los circuitos institucionales, es decir, que no están amparados por organismos ni grandes marcas. “Promovemos la actividad de quienes trabajan en esa escena que ‘a priori’ cuenta con menos recursos pero tiene un potencial artístico inmenso. Desde la Agenda nos dedicamos a difundir las actividades de esos locales, compañías, creadores, etc.,  además de trabajar con ellos en la puesta en marcha de diferentes tipos de coproducciones”, nos explica María Salas.

Por las características del espacio de Workcase, nuestro local servirá a partir de ahora para  desarrollar pequeños eventos culturales –desde talleres a encuentros de creadores y actividades que se salgan un poco de lo común- coordinados por Agenda Magenta. “La idea es hacer llegar a más gente que Workcase es un sitio de trabajo y de encuentro fantástico, no solo por su localización y servicios sino también por su filosofía”, apunta María.

Esperamos que la red de trabajo y colaboración con Agenda Magenta siga creciendo y podamos seguir compartiendo nuestra apuesta por la cultura y la creación. En la web de Agenda Magenta podéis consultar su calendario de próximos eventos y talleres. ¡Seguro que hay alguna propuesta que os interesa!

 

La baja por maternidad de las trabajadoras autónomas

emprendimiento-embarazadaSi eres autónoma y estás o piensas quedarte embarazada (o adoptar), es aconsejable que dediques algo de tu tiempo a conocer  el procedimiento para solicitar la prestación por maternidad, así como los requisitos que deberás cumplir para poder optar a ella. Ya sabes que a los trabajadores por cuenta propia no siempre nos los ponen fácil en cuanto a trámites, plazos y exigencias.

En primer lugar, tienes que tener en cuenta que la prestación por maternidad equivale al 100 % de la base de cotización. La base mínima, a la que se acoge una gran parte de los autónomos, está actualmente en 875,70 €, mientras que la base máxima alcanza los 3.597 €. Si eres previsora, puedes cambiar la base de cotización –ya sabes que la Seguridad Social te permite cambiarla dos veces al año- para percibir una prestación más alta durante la baja por maternidad. Por supuesto, para cobrar la prestación debes estar al día en el pago de tus obligaciones con la Seguridad Social.

Eso sí, aquí viene la segunda condición que no debes pasar por alto: durante la baja, que dura 16 semanas, tendrás que seguir pagando tu cuota mensual como autónoma. Así que a la prestación que recibas debes seguir restándole el importe de la cuota. Echa cálculos de ingresos y gastos y decide qué es lo que más te conviene (al final, muchas autónomas intentan ahorrar antes para tener un colchón de seguridad tras el parto).

El período mínimo de cotización que debe tener acumulado la trabajadora autónoma para optar a la prestación varía en función de la edad: las menores de 21 años están exentas de este mínimo; entre 21 y 26 años, deberán tener al menos 90 días cotizados en los últimos 7 años, o 180 días a lo largo de toda su vida laboral; las mayores de 26 años, tendrán que tener 180 días cotizados en los últimos 7 años, o 360 días en toda su vida laboral.

En cuanto a los aspectos prácticos, es importante que recuerdes solicitar la baja en los 15 días (hábiles) siguientes al parto, para lo que deberás acudir a las oficinas de la Seguridad Social, previa cita por teléfono o internet. Debes aportar la siguiente documentación:

  • Original y fotocopia del DNI.
  • Libro de familia.
  • Informe médico.
  • Tres últimos recibos de la cuota de autónomos.
  • Número de cuenta para los ingresos.

Otro requisito importante es rellenar la “Declaración de situación de la actividad” (también en la Seguridad Social), para informar sobre quién se quedará al cargo del negocio durante la baja o si se paralizará la actividad.

Desgraciadamente, con la reforma laboral de 2012 quedó derogada la antigua bonificación del 100 % en las cuotas durante un año para las trabajadoras autónomas que se reincorporaban a su trabajo tras la baja por maternidad. Esperemos que esta medida u otra similar vuelva a implantarse en el futuro para apoyar a las madres trabajadoras.